Tras la culminación de su último año de High School, una de las decisiones más importantes en la carrera de Michael Jordan fue la elección de la Universidad de North Carolina para continuar su progreso como jugador, y estudiante.
Había pocas dudas que el college afortunado estaría en la todopoderosa conferencia ACC, en la que nombres con una gran tradición baloncestística, y enorme prestigio académico se sucedían: Maryland, Virginia, Georgia Tech, Duke, North Carolina State, Wake Forest, entre otras. North Carolina, situada en Chapel Hill, un entorno bucólico entre las praderas, y cerca de Durham (Duke), y Raleigh, tiene un afamado prestigio a nivel nacional en disciplinas como medicina, derecho, o periodismo. Pero Michael Jordan decidió optar por licenciarse en Geografía.
En la etapa Junior de Jordan en Laney, sus actuaciones empezaban asombrar a todos aquellos que tenían la oportunidad de verlo en directo. Sin internet, ni redes sociales actuales que actúan como catapulta hacia la fama, la importancia del prestigio que tuviese el High School, y su zona demográfica de influencia era vital para que un jugador pudiese tener un mejor prospect de cara a las Universidades, que a pesar de contar con buenas redes de informantes, y ojeadores, no es ni por asomo a las existentes hoy en día. Michael Jordan tenía ese hándicap, y es que aunque sus actuaciones en pista fuesen brillantes, su proyección a nivel mediático era más bien escaso.